23 agosto 2006

La mujer sujeto

Diana Coca. Casa - La Caja Blanca

A Diana Coca (Palma de Mallorca, 1977) se le notan mucho el talento y una extensa formación en bellas artes, filosofía y literatura. Beneficiándose del programa Noves Presències del Consell de Mallorca y la AIGAB, Eva y Amir Shakouri han presentado una selección de su obra. Ésta es su última semana.

Coca sabe que el espacio determina poderosamente al individuo. En esta ocasión, la selección apunta al hogar, a cómo las paredes de la casa en que vivimos o las sábanas de las camas que habitamos ofrecen claves de nuestras vidas, por haber influido en ellas o por haber sido moldeadas por su calor. Un mueble sólo adquiere parentesco con el hombre (y, por tanto, es merecedor de protagonizar una pieza de arte) cuando entra en contacto con él y ambos comparten la existencia, contagiándose el uno de los humores y estados del otro y adaptándose éste a los volúmenes y molicies del primero. Si a través de la representación de las formas y texturas de una sábana usada somos capaces de percibir lo que de humano queda entre sus pliegues, he aquí el milagro del arte: no como reflejo, sino como ingrediente, variación o sustituto de la vida. Y los pliegues de las sábanas usadas son una hermosa metonimia del amor. El relieve del colchón de muelles, la huella del peso corporal, lo que aún queda de los dobleces de la plancha: todo nos habla, si miramos con ciertos ojos, de vida y de reflexión. Si a las imágenes de una pareja haciendo el amor adjuntamos un par de maletas gastadas y cuajadas de pegatinas, estamos recreando un universo vital que conceptúa estar vivo como viaje; y sabemos que los trayectos convergen y en algún punto se separan. Y en otro llegan a destino.

Coca ha trabajado duramente en la redefinición del concepto de mujer, relativizándolo a través de una mirada novedosa e imponiendo al observador –al hombre, si asumimos que la mirada que secularmente se ha ejercido sobre su cuerpo es la del hombre– un punto de vista y unos condicionantes. Así, en virtud de la ironía femenina, la mujer objeto (sexualizada) queda convertida en mujer sujeto (sexualizadora). No es pequeño logro. Última Hora.

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